Texturas de la pasta de Chukum, toda una artesanía
La textura final o el acabado de la pasta de Chukum debe ser pulido, liso por completo; debe quedar como tan liso como una hoja de papel para que te dure mucho más, se ensucie menos, dentro de albercas con mayor razón para que el hongo de la humedad no se le adhiera tan fácilmente, y el efecto térmico sea mucho más notable.
Es muy común que los aplicadores con poca o nula experiencia lo comparen con otros materiales de construcción, y aunque sí lo es, la pasta de Chukum se debe considerar una artesanía.
Hemos notado decenas de veces cuando asesoramos a nuestros clientes que los aplicadores normalmente hacen su trabajo a la mayor velocidad para cobrar pronto, por eso es indispensable tu supervisión.
El aplicador se disgusta cuando el ingeniero o arquitecto les pide que sigan sobando, tallando o puliendo hasta que quede completamente liso. En parte tienen razón, sobre todo cuando fueron contratados a destajo. Aquí hay que prestar atención y hacerles ver que esto es otro mundo, no es un tema de velocidad.
Ellos buscarán todo tipo de pretextos para no hacerlo cuando se dan cuenta que se van a demorar más de la cuenta en el mismo tramo; por lo tanto, vale la pena llegar a un nuevo arreglo con ellos y siempre supervisarlo hasta que nos guste 100% su trabajo.
Te podrán decir que la pasta está granulosa y que no es posible dejarla más lisa o pulida, pero no caigas en eso. Si por algún motivo la pasta efectivamente quedó un poco granulosa, se remedia fácilmente haciendo mejor la mezcla, dando más tiempo al mezclado, y la parte final para el acabado pulido casi brillante la solucionas hidratando la pasta con un atomizador y agua a medida que las estés tallando.
A veces el muro o la superficie no están bien plomados y la llana, por más que la pases, no deja la pasta lisa. Cuando eso suceda, cambia la llana y usa una cuña flexible para continuar con la hidratación y el pulido “casi como espejo”.